Ni medio año despues recuerdo esa noche y me da la risa.
Ingenuamente creí que le importaba. Ahora sé que le importa una sola cosa.
El resto es secundario.
Pero hasta aquí llega mi paciencia.
Fin de las actuaciones secundarias.
Si me quieres, aquí estoy. Y si no, tienes permiso para deshacerte de mí.
Pero hazlo antes de que duela, porque hoy, por su culpa, me estoy desgarrando.
Te dijera mejor la otra foto, en esta no se aprecia tan bien la cruz judía :P
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