lunes, 29 de marzo de 2010

Fooling.



Sabe de sobra que cualquier relación más estrecha de lo habitual, cualquier sintonía que vaya más allá de la mera amistad, cualquier pensamiento de más sobre otra persona significa alejarse de la historia que uno está viviendo. Es inútil negarlo.





Entonces, ¿cuántas veces en todo aquel tiempo lo ha engañado?

jueves, 11 de marzo de 2010

What would you do?

Aun tumbada boca abajo en la cama, tapada sólo por una sábana, siento sus ojos clavados en mi nuca.
-Tú no te vas. Hoy no.
Me giro y le miro, al lado de la cama, de brazos cruzados y vestido solo con unos vaqueros.
-Sabes que me tengo que ir, aunque quiera quedarme. -Veo que se sorprende.
-¿Quieres quedarte?
No puedo evitar sonreir y enterrar de nuevo la cara en la almohada, mientras sus manos bajan despacio por mi espalda. Querría abandonarme a la situación, pero me ha hecho pensar. ¿Quiero quedarme? Sí, pero me da miedo. Mucho.
Miedo a lo que pueda desencadenarse a partir de esto. Miedo a qué pasará mañana. Miedo a que se convierta en algo incontrolable. Miedo a que esta sonrisa no quiera irse de mi boca, pero sí de la suya. Miedo a sentir algo que un día me hará daño.
Desconfianza. No confío en sus palabras ni en las mías. No confío en lo que pienso, o creo experimentar, porque él me nubla la mente con cada sonrisa y cada movimiento. Y me encanta. Un beso en el cuello y el sonido de su risa llama mi atención. Me mira, me sonríe, y se tumba a mi lado. Un abrazo hace que me olvide de lo que estaba pensando, o al menos que deje de importar.
-No te vas...
Cierro los ojos, me aprieto contra él, y suspiro.






Esto es una mierda.

lunes, 8 de marzo de 2010

Accomplices.


Como si hubieran entrado en una nueva dimensión. Cómplices. Su mano estrecha la de él, inmóvil, casi en señal de rendición. Cómplices. Y no se siente culpable. En el fondo, ¿qué ha hecho? Y, sin embargo, sabe de sobra que está respirando un aire nuevo. Que está exhalando un suspiro prolongado, profundo y pleno. Cómplices. Jamás se habría imaginado que podría estar así con otro. Otro. Otro. Casi tiene ganas de gritar esa palabra, hasta ese punto le parece extraña. [...] Mira de nuevo su mano, está allí, sobre la suya, y le parece imposible.





No me debería acostumbrar a sonreír tanto...

miércoles, 3 de marzo de 2010

Fake.


Baja la persiana. Cierra la puerta. Acércate. Ven . Abrázame. Sonríe. Susurra palabras en mi oído que no quiero escuchar. Méclate conmigo. Llévate la vergüenza junto con la ropa. Bésame despacio. Haz desaparecer el mundo, como haces siempre.
Pero sobre todo tápame los ojos, porque mañana te irás, llevándote esta vez tu corazón, y no quiero ver como desapareces. Como rompes tus promesas y las dejas tiradas en el suelo de la habitación, junto a la cama.
Solas, vacías. Dolorosamente falsas.





-Te quiero.
Se lo había dicho así, mirándole a los ojos, tan cerca como para sentirle respirar, y se había dado cuenta de que era lo más real que había en su vida.