miércoles, 3 de marzo de 2010

Fake.


Baja la persiana. Cierra la puerta. Acércate. Ven . Abrázame. Sonríe. Susurra palabras en mi oído que no quiero escuchar. Méclate conmigo. Llévate la vergüenza junto con la ropa. Bésame despacio. Haz desaparecer el mundo, como haces siempre.
Pero sobre todo tápame los ojos, porque mañana te irás, llevándote esta vez tu corazón, y no quiero ver como desapareces. Como rompes tus promesas y las dejas tiradas en el suelo de la habitación, junto a la cama.
Solas, vacías. Dolorosamente falsas.





-Te quiero.
Se lo había dicho así, mirándole a los ojos, tan cerca como para sentirle respirar, y se había dado cuenta de que era lo más real que había en su vida.

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