miércoles, 6 de octubre de 2010

These are my words.

"-Pero sí, eres importante porque sí, porque me encanta hablar contigo, eres como un chute de tranquilidad y alegría, siempre que estoy mal me sacas una sonrisa (una no, varias). 
_¡Gracias! Es que no sé qué decir..."
"Perdón por no decir te quiero. Pensé que lo sabías."




¿Dónde ha quedado todo eso? ¿Tan frágiles son las palabras que se rompen en el transcurso de un año? Y más todavía. Incluso las que escuché hace poco más de un mes se han hundido en lo más profundo de mi peor pesadilla. Perderte. Una vez te dije que no me dabas suficiente cariño, y sólo ahora me doy cuenta de que era más que suficiente. Me doy cuenta cuando me paro a leer, y veo que casi todo aquí son cartas para ti. 
Y ahora es cuando ya ni siquiera puedo escribir, porque tengo demasiado que decir. Irónico, ¿no? Hay tantas cosas dentro de mi que no sabría cómo expresarlas. No encuentro la forma de pensar en ello sin que las lágrimas se rebelen tras mis ojos. Necesito que estés aquí. Me haces falta, y no está bien. No debería dejar que algo que me hace daño siga latiendo en mi. Pero mientras mi mente intenta escapar, mi corazón grita tu nombre. 

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