I can't
Hay momentos en la vida en los que hay que saber parar a tiempo. Saber cuando es el momento de renunciar a un sueño, dejar de cometer siempre los mismos errores. Pero con él no me canso. Con él tropiezo una y otra y otra vez, y nunca es suficiente. Porque no me atrevo a renunciar. Podría haberle dicho adiós. De hecho, debería. A veces es mejor irse en el momento adecuado. Pero nunca renunciaría voluntariamente a sus abrazos.
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